Por inofensivos que parezcan, los gatos pueden causar grave daño a los seres humanos. En sus garras algunas veces se esconde la bacteria Bartonella Henselae, que en uno de cada cuatro casos provoca consecuencias serias.
"La enfermedad por arañazo de gato provoca, luego de unos días, la inflamación del ganglio más cercano, pero generalmente evoluciona bien. El problema es más serio en los casos atípicos, cuando aparece fiebre que se prolonga hasta seis semanas; puede haber compromiso de los huesos y del sistema neurológico y daños a la retina", explica la pediatra e infectóloga de la Universidad Católica, Katia Abarca. La profesional participó en un simposio sobre zoonosis que organizó Bayer.
Muchas pulgas
La doctora Abarca lleva años estudiando el arañazo de gato y, según un análisis realizado por su equipo, el 85 % de los felinos chilenos ha estado expuesto a esta bacteria y el 42% la tiene en la sangre.
Esta alta presencia se debe, principalmente, a que los dueños de gatos no los llevan al veterinario en forma periódica y a que no se los desparasita, ya que son las pulgas las que transmiten la bacteria.
"Aunque los adultos también pueden contagiarse, son los niños los más expuestos a causa de su cercanía con los gatos y los juegos violentos que practican con ellos", explica la especialista.
Para Abarca es importante que los niños sepan que si los rasguña un gato deben lavarse la zona afectada con abundante agua y jabón. Además, si la herida no cicatriza o se tiene un ganglio inflamado, lo mejor es consultar cuanto antes a un médico.
Y para prevenir, nada mejor que cortarle las uñas a la mascota.
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